Colombia cumple 14 días de manifestaciones sin interrupciones

foto. co.marca.com

Parar para avanzar. Colombia cumple catorce días de paro nacional; una ola de manifestaciones en todo el país que han dejado ver las exigencias y la inconformidad de los colombianos con el gobierno del presidente Iván Duque, y con la forma en la que por años ha funcionado este país. 

Desde hace meses, los ánimos comenzaron a caldearse tras los rumores y el anuncio de una nueva reforma tributaria que buscaba tapar el hueco que la pandemia dejó en las finanzas del estado, y a la vez, garantizar un ingreso mínimo de dinero a los sectores más vulnerables de la sociedad. 

A grandes rasgos, esta ambiciosa propuesta buscaba recaudar más de 23 billones de pesos colombianos, unos $6.294 millones de dólares. 

Con esta reforma, quienes ganaran más de 663 dólares mensuales tendrían que comenzar a pagar un impuesto sobre la renta. Esto generó bastante inconformidad, pues el salario mínimo en Colombia es de 234 dólares y esta medida pondría a la clase media a pagar más impuestos.

También proponía que los servicios públicos y funerarios, así como computadores y celulares comenzaran a pagar IVA, entre otras medidas que afectarían con más fuerza a la clase media colombiana. Incluso, desde el Gobierno Nacional se alcanzó a hablar de incrementar el IVA a algunos alimentos que conforman la canasta básica familiar, aunque esto al final no se incluyó en la propuesta que presentó el Gobierno.

En esta propuesta el presidente se quedó prácticamente solo. Incluso su partido, el Centro Democrático, criticó abiertamente muchos de los puntos de la propuesta. Y ni hablar del resto del establecimiento político colombiano; pues apoyarlo supondría un alto costo político a un año de las elecciones al Congreso de la República. 

Esta propuesta fue la razón principal por la que diferentes sectores de la sociedad civil llamaron a un Paro Nacional.  A cuatro días de haber empezado las protestas, el presidente Duque no aguantó más y retiró su propuesta. 

“Le solicito al congreso de la república el retiro del proyecto radicado por el ministerio de hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos y así, evitar incertidumbre financiera”.

Sin embargo, el Paro siguió. ¿Por qué?

Hablamos con varios colombianos en diferentes ciudades, y todos coincidieron en que existe un malestar y una inconformidad generalizada respecto al Gobierno y a la forma en la que está manejando el país. Así lo comenta un joven desde Barranquilla que quiso mantenerse en el anonimato.

“Si bien empieza con la reforma, hay que entender que con la reforma también nos dimos cuenta que están tratando de hacer muchas cosas. También nos dimos cuenta del nivel de violencia al que se está llegando en el país. A qué nivel se están vulnerando a las personas y los derechos humanos y es por eso mismo que se da digamos un impacto a nivel internacional”.

Según las organizaciones civiles Indepaz y Temblores, hasta el viernes pasado 47 personas habían sido asesinadas durante las protestas, de las cuales 39 se dieron por violencia policial, Las mismas organizaciones registran 12 casos de violencia sexual, 548 desaparecidos y 963 detenciones arbitrarias.

Una joven barranquillera que también quiso mantener su identidad en el anonimato asegura que la policía ha intervenido con violencia en manifestaciones pacíficas.

“ La chica sale de la UPJ y nos cuenta que simplemente tenía un cartel que decía “Uribe paramilitar”. Había una aglomeración de gente y no había violencia porque la mayoría ni siquiera son estudiantes, ya es gente que es profesional y están saliendo, y están cansados. Nos están subiendo los impuestos a unas cosas absurdas y uno no ve el cambio. 

La policía ve la aglomeración de gente y esta chica la llevan y la tiran en un camión y le dicen: si me miras a la cara o me grabas, ellos tienen como un código en los chalecos, te violo, te abuso sexualmente”. 

Por su parte, Cali ha sido la ciudad donde más hechos violentos se han presentado. Saqueos a comercios, enfrentamientos armados entre civiles y policías, y ataques armados de civiles a grupos indígenas son solo algunos de los escenarios que han tenido lugar en esta ciudad.

Juan Camilo vive en Cali, a dos calles del epicentro de las protestas en la ciudad de Cali. Señala que quienes se aprovechan del paro para robar son unos oportunistas, pues el objetivo del paro es otro, y asegura que le preocupa la seguridad en su ciudad.

El jueves me acosté a la una de la mañana, y sentía que era increíble lo que escuchaba que no podía dormir. Escuchaba gritos, escuchaba disparos, escuchaba explosiones y yo decía: es verdad que estoy seguro en mi casa? En realidad tengo seguridad en mi casa? No. ¿Dónde está la policía si saben que van a saquear? Que va a pasar algo, controlen. No, la policía está repeliendo las protestas porque al final al terrorismo el estado le sirve. Que las personas estigmaticen la protesta de esta manera pensando que protesta es igual a saqueo, sirve”. 

A muchos colombianos les preocupa la impunidad de la que gozan los policías y miembros de la fuerza pública cuando cometen abusos, y por esta razón una de las principales exigencias en las calles ha sido una reforma a las instituciones policiales. Por su parte, el Gobierno de Duque parece no escuchar y por el contrario, respalda las actuaciones de la policía con toda seguridad. 

En tres años de mandato, a Iván Duque se le han puesto en frente dos movilizaciones sociales históricas: El Paro Nacional del 2019, que se frenó por la pandemia, y el Paro Nacional que está atravesando el país en estos momentos. Ambos han llenado las calles de manifestantes inconformes como nunca antes, y al mismo tiempo, han sido una muestra de la impopularidad de Iván Duque. Solamente el 33% de los ciudadanos aprueba su gestión actualmente.

*Suena música de ambiente de personas cantando “El pueblo, unido, jamás será vencido” con una orquesta sinfónica de fondo.

Pese a su relativa estabilidad económica respecto a otros países de la región, Colombia sigue siendo un país profundamente desigual. Aquí van algunas cifras y datos para dimensionar la situación:

Según cifras del Banco Mundial es el segundo país más desigual de América Latina. 

El 42,5% de su población vive en pobreza monetaria y el 15,1% vive en pobreza extrema.

El desempleo en Colombia fue del 14,2% en marzo.

Y la informalidad laboral es del 49%.

Acá no para. Colombia está volviendo a registrar preocupantes cifras en materia de seguridad y violencia:

En 2020 hubo 73 masacres que dejaron 292 asesinatos. 

Más de 900 líderes sociales y comunales han sido asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz con las Farc en 2016, y desde entonces han sido asesinados 276 excombatientes de este grupo que se desmovilizaron. 

En ese contexto siguen las protestas en Colombia. El Gobierno de Duque ya se reunió con el Comité de representantes del Paro que elevó siete peticiones al gobierno:

Entre ellas está retirar el proyecto de ley que pretende reformar el sistema de salud y fortalecer la vacunación masiva; no cobrar matrículas a los estudiantes de universidades públicas; entregar una renta básica de un salario mínimo a la población vulnerable, etc.

Sin embargo, este comité no ha sido ajeno a las críticas. En un movimiento social tan diverso como el de hoy, muchos colombianos aseguran no sentirse representados por los líderes sindicales y estudiantiles que suelen figurar en estos espacios. Y por otro lado, las peticiones de este comité supondrá un elevado costo para las finanzas públicas justamente en tiempos de escasez. Según el diario colombiano La República, llevar a cabo tres de las siete propuestas que le hicieron al Gobierno costaría 85 billones de pesos; más de cinco veces el valor que se pretendía recaudar con la propuesta de reforma tributaria inicial.

En la primera reunión que sostuvieron ambas partes el día de ayer no llegaron a acuerdos, y los voceros del paro llamaron a una nueva jornada masiva de protestas para este miércoles 12 de mayo. 

Para Radar Sonoro, reportó Jairo Gustavo Sarmiento desde Bogotá, Colombia.

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